En los últimos tiempos, la sociedad ha evolucionado en muchos aspectos pero resulta atrayente la manera cómo ha cambiado el estereotipo común que se tenia del hombre. Ha quedado atrás el hombre descuidado, líder en la familia y máximo representante de la rudeza. Actualmente se han implementado- según algunos por la influencia publicitaria-, diferentes modelos de hombres adaptados al siglo XXI que por sus características cada vez más se asemejan al género femenino.
Los metrosexuales: es el hombre adinerado que vive en grandes ciudades donde puede encontrar las mejores tiendas, clubs, gimnasios y peluquerías, lugares en los que mima su aspecto hasta extremos antes desconocidos. Es común en personajes de la vida pública como actores, músicos, cineastas entre otros. Este estilo de hombre, disfruta haciéndose la pedicura o tratamientos faciales y por ello no deja de sentirse muy masculino.
Los tecnosexuales: al igual que los metrosexuales se preocupan por su aspecto físico pero sin los extremos del mismo; es decir, evita el uso de cosméticos y la práctica de cirugías plásticas. Él tiene como preferencia los artículos de última tecnología y se puede reconocer fácilmente ya que es del tipo intelectual con lentes y traje muy bien cuidados.
Los retrosexuales: para muchos un regreso a la masculinidad puesto que son el tipo de hombres que no van a la peluquería cada semana, jamás asisten a un spa y que en pocas palabras no pretenden parecerse a la mujer. No sabe diferenciar entre un perfume u otro, es capaz de destapar una botella con cualquier utensilio a su alcance, puede reparar desde un bombillo quemado hasta la tubería rota. Simplemente es un varón satisfecho con su estilo de vida.
Los ubersexuales: este nuevo tipo de hombre es más natural y crea su propio estilo. Usa los mismos productos que el metrosexual pero la masculinidad determina su elección. De apariencia elegante, con seguridad en sí mismo pero sin caer en el narcisismo.
¿Te identificas con alguno de ellos? ¿Sientes vergüenza de ello?
Quizás te cueste admitirlo, pero es una excelente manera de conocer qué tipo de hombre eres o en su defecto implantar el nuevo modelo de varón según los rasgos que te caracterizan.
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